sábado, 21 de septiembre de 2013

Podría

Podría aplastar al mundo con mi puño,
podría exterminar, uno a uno,
a sus hombres sin alma.
Podría pulverizar sus leyes,
sus doctrinas, sus creencias,
y toda su filosofía.
Podría acabar con sus iglesias,
sus políticas, sus economías,
y el resto de sus patologías.
Podría exterminar de un soplo,
sus estúpidas ilusiones,
y sus patéticas vidas.
Podría acabar con ellos,
de una vez y para siempre
destruir su ausencia, su basura.

Podría, podría,
sé que podría.

Podría poner punto final,
a esa extensa muerte,
que llaman vida.
Podría arrancarles el corazón,
ponérselos frente a sus ojos,
para que vean que latía.
Podría regalarles ese cruel instante,
donde llegue a su consciencia,
el hecho de que vivían.

Podría,
se que podría.

Podría,
y si no lo hago,
no es cobardía,
Podría,
y si no lo hago,
tampoco es desidia.
Podría,
y no lo hago,
pues ¿Qué cambiaría?

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Paradoja

No existe una paradoja,
tan ampliamente presente,
y totalmente ignorada,
como el amor incondicional a alguien.

Es ese “a alguien”,
que lo hace condicional,
es por ese “a alguien”,
que no es amor.

El amor desborda,
parte del centro,
en infinitos radios,
de amplio alcance.

En cambio,
ese “a alguien”
dispara, captura,
mata.

Si te sientes pleno solo,
si te sientes amado solo,
tu amor se irradia,
se percibe.

Si encuentras a alguien,
y sientes amor,
agradécele en cada instante,
está despertando lo que sos.

Ese alguien, es inspiración,
no es motivo, ni causa,
tan solo un espejo,
en donde tu luz, se reflejó.

Agradécele,
no lo atrapes,
entrégate,
sin límites.

Busca, encuentra,
quienes, y que,
reflejan tu ser.
Encuéntralos, y vé.

Entrégate, descúbrete,
encuentra tu ser, tu vida.
Que esa danza,
sea tu única guía.

Quizás luego,
después de muchos días,
o de muchas vidas,
finalmente, ames tu vida.

Y allí recién,
podrás amar,
al agua, al río, al mar,
al cielo, al sol, a la humanidad.

Allí recién,
podrás hablar,
redundantemente,
de amor incondicional.

Donaciones

Imagina un mundo en el cual todos regalemos lo mejor que hacemos, y todos hagamos lo que más nos gusta hacer.

Luego, no solo imagínalo, sino que también, vive en él. Yo ya estoy allí, acompáñame.

Un abrazo,
Diego

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Un abrazo,
Diego