Este no es mi mundo.
Esta no es mi lucha.
Probablemente tampoco sea tu tiempo,
ni tu mundo,
aunque luches.
Seguramente sea ilusión este tiempo,
y este mundo,
en el que luchas.
Aunque sientas que es tu tiempo,
y es tu mundo.
Por eso luchas.
Yo en cambio sé que no es mi tiempo,
ni mi mundo,
ni mi lucha.
Pensarán que pierdo el tiempo,
que niego el mundo,
porque no lucho.
Pues no se han sentido ajenos a este tiempo,
a este mundo,
a esta lucha.
No creo haya remedio en este tiempo,
en este mundo,
por más que luchen.
Me seguiré sintiendo ausente en este tiempo,
en este mundo,
de constante lucha.
Seré receptor de expectativas factibles en este tiempo,
expresables en este mundo,
frutos de ciertas lucha.
Será amado ese yo que no existirá en este tiempo,
ni se concretará en este mundo,
porque no es mía esa lucha.
Seré odiado por no alcanzar ese yo en este tiempo,
por no cristalizarlo en este mundo,
por no ser parte de esas luchas.
Es que no soy de ese tiempo.
No soy de ese mundo.
No entiendo de luchas.
Yo soy quién soy todo el tiempo,
en todo el mundo,
sin lucha alguna.
1 comentario:
Yo, en cambio, seguiré luchando todo el tiempo que me quede porque entiendo que es ahora cuando tengo que hacerlo. ¡Ojalá me hubiese dado cuenta antes!
Publicar un comentario