Yo, como las sumas de mis miles de yo, mis viejos yo poético, y yo analítico, ambos renovados, y mis otros yo, además del filatélico y cinéfilo de antes, en estos años se agregaron especialmente el yo milonguero, y el yo biodanzante, a los yo que siempre estuvieron y nunca aparecieron como el yo literario, el yo musicólogo, y otros yo que quizás aún no conozco.
sábado, 31 de diciembre de 2011
Existe solo …
no hay ética,
ni moral.
No hay ley,
no hay deberes,
ni obligaciones.
No hay tradición,
no hay cultura,
ni sociedad.
No hay historia,
no hay futuro,
ni destino.
No hay universo,
no hay materia,
ni espíritu.
Existe solo…
este instante,
tu piel,
la mía.
viernes, 30 de diciembre de 2011
Laberinto
jueves, 29 de diciembre de 2011
Amiga, Belleza
miércoles, 28 de diciembre de 2011
Abundancia Lejana
martes, 27 de diciembre de 2011
La Trampa
lunes, 26 de diciembre de 2011
El Deseo
domingo, 25 de diciembre de 2011
Aves en la mar
sábado, 24 de diciembre de 2011
El Río
viernes, 23 de diciembre de 2011
Otro segundo vivo
jueves, 22 de diciembre de 2011
Toca, Mira
miércoles, 21 de diciembre de 2011
Nace un nuevo día
martes, 20 de diciembre de 2011
Mar sin agua
lunes, 19 de diciembre de 2011
Lánzate a ella
domingo, 18 de diciembre de 2011
Niebla
sábado, 17 de diciembre de 2011
Libertad y Sociedad
viernes, 16 de diciembre de 2011
Música, Movimiento
la mía.
jueves, 15 de diciembre de 2011
Detente, Contempla
miércoles, 14 de diciembre de 2011
Belleza, Seducción, Encuentro
martes, 13 de diciembre de 2011
Dar, Recibir
jueves, 14 de abril de 2011
Mi opinión sobre la interpretación de la ley de caducidad
1 Introducción
Desde que tengo memoria el debate sobre la ley de caducidad ha estado presente, y también recuerdo que en cada momento en el cual el mismo pasó por sus estados más intensos, se recurrió principalmente a medios pasionales e irracionales, se basó la campaña en el engaño, la amenaza, y la desinformación, y se enfocó en lo superficial y no en lo más profundo del espíritu de la ley.
Esta última instancia, la del proyecto interpretativo de la ley, con la postura doblemente esquizofrénica de la oposición de ubicarse en contra de la ley cuando siempre omitieron luchar por su derogación, y a la vez aún ahora ubicándose de ese lado expresar su voluntad de impedir su derogación, realizando esto mediante argucias que al final del artículo explicaré, se vuelve a repetir el interminable circo, que afortunadamente parece esta vez, estar llegando a su fin.
En ese contexto, me gustaría llevar el debate a enfoques increíblemente olvidados por quienes buscan la derogación de la ley, y seguramente deliberadamente olvidados por quienes intentan que la misma se mantenga, pues hubieran acabado inmediatamente con el debate e impedido utilizar el mismo para sus fines políticos.
A mi entender, con cada enfoque expuesto, el debate culmina inmediatamente favoreciendo la opción de derogar la ley, y también considero que el orden esperable a aplicar los enfoques es el que presento en este artículo.
Lamentablemente, el debate se centró en el último enfoque, cuando ni siquiera este era un enfoque aplicable para este caso, y a la vez las argumentaciones utilizando el mismo se basaron en la hábil presentación de conclusiones sin fundamento.
2 Enfoques
2.1 Enfoque Lógico
Propongo en primer lugar abstraerse de todo el cruce de opiniones, interpretaciones, y acusaciones e ir a la base más primitiva de lo que se está discutiendo.
Imaginemos que estamos por construir una nación y queremos definir los primeros lineamientos con los cuales pensamos asegurar la justicia. Si bien habrá miles de puntos de vistas, es bastante natural predecir que una afirmación como: “Todos serán iguales ante la ley” no tardará en aparecer y será de las pocas en las cuales va a haber unanimidad en su aprobación.
Dado que la ley de caducidad no cumple ese requisito básico, y solo por ese simple hecho, la misma es indefendible.
Acá no estamos hablando de opiniones, es lógica pura, simple e indiscutible.
2.2 Enfoque Legal
En cuanto a este punto aclaro que no soy abogado, y agrego que el marco legal es algo que no manejo ni me interesa en particular, de todas formas hay ciertos hechos muy simples, al alcance de cualquier persona, los cuales me siento con la capacidad de utilizar en esta argumentación.
El primero es que afortunadamente tenemos una constitución en la cual una ley, que como demostramos antes es ilógica, no es admisible, y por ello la Suprema Corte de Justicia declaró a la misma inconstitucional.
El segundo es análogo al primero, solo que esta vez es el derecho internacional, el cual de forma razonable, también considera inadmisible una ley ilógica, y la declara nula.
Acá seguimos sin hablar de opiniones, es lo que establece una constitución que consideramos válida, y una reglamentación internacional a la cual como país decidimos acatar.
2.3 Enfoque Democrático
Aquí es donde se enfocó hábilmente todo el circo mediático, y se enfocó ahí porque hacerlo en los puntos anteriores sería una derrota inmediata, en cambio en el mundo de las opiniones, en el mundo de la desinformación y la economía de razonamiento, es donde siempre se movieron y en donde lograron maniatar a un pueblo por cientos de años.
2.3.1 El engaño implícito
La primer estrategia para posibilitar las restantes es ocultar que el enfoque democrático no tiene sentido en una cuestión que es abarcable naturalmente por el enfoque lógico.
Es un sinsentido tan grande como lo sería plebiscitar la ley de gravedad. Si este absurdo pasara, y si además la presión mediática fuera lo suficientemente fuerte y la ignorancia tan generalizada, como para que nuestro país derogara democráticamente la ley de gravedad, ¿alguien puede pensar que en el preciso momento que eso ocurriese, todos los uruguayos saldrían disparados al espacio, debido a que la derogada ley de gravedad ya no cancelaría los efectos que la fuerza centrífuga, la cual actualmente se aplica sobre nosotros por estar en un planeta que está girando sobre si mismo y alrededor del sol? Creo que aún con una completa ignorancia, la intuición nos salvaría de pensar que algo así pudiera pasar.
Por lo tanto, el enfoque democrático, es claramente inválido para este caso en el cual se viola claramente la lógica.
2.3.2 El Engaño Explícito
Aun considerando que el punto anterior concluye lo inadecuado del enfoque democrático en relación a la ley de caducidad, encuentro necesario también desenmascarar el otro engaño, el explícito, el cual fue el que acaparó el bombardeo mediático sobre este tema, pues tenerlo presente puede ser útil, en otras decisiones en las cuales si el uso del enfoque democrático sea el adecuado.
Ese engaño es el de la falsa oposición, y consistió en oponer al hecho de que cierto porcentaje de gente votó por derogar la ley, al de que el resto de la gente la aprueba.
Basados en ese engaño, el hecho de que el 48 % de los uruguayos votaran por derogarla, se utilizó para afirmar que el 52 % la aprueba.
El verdadero opuesto a que el 48 % de los uruguayos hayan mostrado en las urnas que quieren derogar la ley, es que el 52 % restante no mostró esa voluntad. Dentro de ese 52 % es probable que haya uruguayos que aprueban la ley, otros que no le interesa el tema en lo más mínimo, e incluso muchos también que no aprueban la ley e igual no votaron. En definitiva, sobre la voluntad de ese 52% no podemos concluir absolutamente nada, y menos podemos afirmar que algo vaya en contra de su voluntad, pues directamente no la conocemos.
La única conclusión extraíble, y remarco la palabra única, del plebiscito del 2009, es que de todos los uruguayos, un 48 % mostró su voluntad de derogar la ley. Esto confirma claramente que esa ley es sumamente impopular, y justamente el que siga existiendo es ir contra la voluntad de toda esa gente.
Finalmente agrego una última reflexión dirigida a aquellos que a pesar de lo antes comentado quieran proponer la hipótesis, y ahora remarco la palabra hipótesis, de que el 52 % que no votó en el plebiscito se conforme exclusivamente de personas que aprueban la ley de caducidad. Si ese fuese el caso, deberían estar tranquilos, ya que fácilmente podrán juntar las firmas, realizar un nuevo plebiscito, y ganarlo, demostrando ahí si en las urnas, que la mayoría de los uruguayos aprueba la ley de caducidad, lo cual hasta ahora, que quede esto bien claro, no se ha hecho.
3 Conclusión
Estamos inmersos en una sociedad que desde hace un buen tiempo esta dominada por la desinformación inducida, por el consumismo y los espectáculos circenses para que el mismo se mantenga y reproduzca, vivimos en un mar de medios que lejos de informar generan hechos, hablan sobre ellos, discuten sobre ellos, dan opinión sobre ellos, los gastan hasta al hartazgo para luego pasar bruscamente al siguiente.
Mi intención es despertar la conciencia de esto, disipar el humo entorno a los hechos, y analizar solamente a estos, luego si, desde ese análisis, elaborar conclusiones.
En ese sentido, y luego de haber planteado los diversos enfoques en los cuales la derogación de la ley se presenta claramente como la opción a seguir, es que saludo y agradezco esta coherencia, este esfuerzo, este tesón, de quienes desde el primer momento en que la ley fue aprobada, trabajaron incansablemente para su derogación, y que actualmente están a poca distancia de alcanzar su meta.
Salud también a todos los uruguayos si excepción, ya que finalmente vamos a eliminar el último vestigio de la pasada dictadura, finalmente alcanzaremos liberarnos totalmente de ella. Salud.
lunes, 11 de abril de 2011
viernes, 25 de marzo de 2011
La luna, el reencuentro
Ya no hay excusa, ni espera,
hay voluntades encontradas,
hay disponibilidad en común.
La distancia desvanece,
la ausencia sabe a ilusión.
Reencuentro y despedida,
se acercan, se tocan,
se esfuman.
Se encuentran dos nuevos seres.
Otro yo, y otro tu,
se nutren en otro encuentro.
Nueva alquimia ocurrirá,
y otro nuevo par de seres se creará.
jueves, 24 de marzo de 2011
La luna, la despedida
Nos amamos, descansamos,
alcanzamos la paz,
en la mirada del otro,
recobramos la respiración,
en el mutuo abrazo.
Los vientres distendidos,
se acariciaron,
danzaron en sincronía.
La eternidad terminó.
Volvimos a ser dos,
tu volviste a ser tu,
ahora con algo de mi.
Yo volví a ser yo,
ahora con algo de ti.
martes, 22 de marzo de 2011
lunes, 21 de marzo de 2011
La luna, siempre bella, hoy, más cercana
buscamos en el horizonte, y no se elevó,
prefirió formarse, dibujarse completa,
intuirse apenas en la claridad del día,
luego si, ya bella y cercana,
se ruborizó con nuestra mirada.
martes, 15 de marzo de 2011
Cálido delirio
Una gaviota,
vuela, danza,
dibuja círculos frente a mi.
Corta la seda ondeante de líquido atardecer.
Surge un brillo lechoso,
de la orilla al horizonte.
Reflejo de un reflejo.
Sol encarnado en nube.
Nube transformada en costa,
costa aérea de un mundo al revés.
El Atardecer prolongado unos instantes,
en ese mundo sobre el mío.
El natural silencio de ese mundo,
en el artificial estruendo lo he perdido.
Cae la noche también en el mundo invertido,
se disuelve la senda láctea en el oscuro río,
parte la gaviota, me abandona el brillo,
culmina el delirio, vuelve el frío.
viernes, 11 de marzo de 2011
El azar
Unos días atrás, un negro cascarudo surcaba tembloroso su caótico camino hacia, quién sabe, hacia adelante, corría impetuoso, danzante. Una rueda, un auto, dos toneladas sobre él. Nunca supo que pasó, nunca sabremos donde fue.
Hace millones de años, hermosos, majestuosos, gigantescos seres, poblaban cada rincón de nuestra hermosa tierra, el más variado y fantástico jardín de reptiles protagonizaban sus peculiares dramas de sangre, lucha, ingesta, y reproducción. Un asteroide, el frío azar del cosmos, una dantesca explosión, una eterna noche, un hábitat que repentinamente se torna mortalmente hostil. Nunca supieron que pasó, nunca sabremos donde fueron.
Recién, miles de familias, el mar como paisaje, la bahía como descanso visual diario al duro trajín cotidiano. Un temblor, salvaje temblor, el placentero cuadro que embellecía el horizonte se retuerce, se oscurece, se eleva como negra muralla, de la que ahora ya son parte. Nunca supieron que pasó, nunca sabremos donde fueron.
El aire cálido del balcón, las nubes dibujando efímeras obras en el cielo, lejanos pájaros en la honda altura pasean por el firmamento, la luna, delgada, apenas visible en la claridad del día, se sonroja al ser descubierta, el mar, calmo, se entinta alternadamente de diversos colores, al son de las luces y sombras que lo impactan. No supimos que pasó, yo sigo escribiendo y tú sigues leyendo, nunca sabremos hacia donde, seguimos yendo.
viernes, 4 de marzo de 2011
El salto
Existe un salto al vacío que muy pocos han dado, un salto total al presente, un simultáneo olvidar por completo el futuro y un dejar de esperar por revivir el pasado, un soltarse de todo, un caminar sin rumbo por siempre, no un paseo, no un recreo, no un retiro, por siempre, desde un comienzo ya olvidado, y hasta un futuro inimaginable, hasta que nos encuentre la muerte, y luego también.
¿Podemos llamar vivir a algo distinto a eso?
Podemos estar más cerca, podemos estar más lejos, aunque siempre sin estar ahí.
Sin el gran salto, nunca habremos tenido el coraje de vivir, ni la valentía de nacer.
Y así pasaremos por la existencia, como recorriendo un museo, veremos a la vida dentro de una vitrina, con algo de suerte nos acercaremos a ella, quizás en algunos casos la toquemos, en contadas ocasiones nos quedaremos un tiempo a su lado, hasta que algo nos tironee, nos arranque de allí, responsabilidades, ansiedades, políticas, leyes, miedos, cobardía, y más tarde o más temprano, estaremos fuera, el museo habrá cerrado, y volveremos a ser tristes engranajes de una maquinaria que no comprendemos.
martes, 15 de febrero de 2011
La libertad
En algún momento, hace mucho tiempo, empezamos a maquinar el mundo.
La existencia nos daba todo, la queríamos, le agradecíamos, vivíamos en conexión con ella, aceptábamos sus ciclos, aceptábamos sus montes y sus valles, sus veranos y sus inviernos, aceptábamos esto y aquello, justamente sin catalogarlos en esto y aquello, no clasificábamos ni juzgábamos.
Éramos minúsculos, tiernos, indefensos, una especie más entre tantas, una más que una vez surgió y que en algún momento se irá, una más, una más hasta que en ella se disparó la conciencia de libertad.
Por primera vez en la eternidad, un ser vivo concibió su libertad, se concibió a si mismo, y se concibió libre, por primera vez, un ser desafió su genética, desafió ese fino programa elaborado durante miles de millones de años de dramático ensayo y error, lo desafió, quizás por casualidad, quizás por rebeldía, quizás por desesperación, lo desafió y quedó solo, quedó aterrado, desconcertado. Las cuerdas del titiritero se cortaron y quedó allí, inerte, inmóvil, quedó tiempo allí, esperando algo que nunca llegó, quedó allí, solo, hasta que resignado, torpemente, ensayando, aprendiendo, logró incorporarse, y comenzó a andar.
Así conocimos brutalmente la libertad, tan brutalmente que apenas la percibimos, aunque aún no la incorporamos. Al igual que al encontrarnos con el fuego, esta nos tocó y nos quemó, nos aterró y huimos de ella. Luego de perder la guía del titiritero, nos aferramos desesperadamente a pobres sustitutos de este, nos dejamos guiar por religiones, nacionalismos, filosofías, culturas, modas, padres, amigos, buscamos infructuosamente algo que pudiera mover nuestras cuerdas ya rotas, padecimos miserias tan solo por evitar afrontar la terrible y maravillosa libertad. Maquinamos el mundo tan solo por recuperar algo de la perdida previsibilidad. Irónicamente, utilizamos nuestra libertad, tan solo para crear mecanismos que nos permitieran huir de ella.
Afortunadamente, algunos, muy pocos, volvieron a ella, reconocieron su belleza, se fascinaron con ella, se acercaron temerosamente, con coraje y con sufrimiento se aferraron a ella, poco a poco se inundaron de ella, hasta que finalmente se atrevieron a fundirse en ella, a perderse en ella, a desaparecer en ella, a ser ella.
Apenas algunos, muy pocos, asumieron, que desde aquel momento, casual, rebelde, desesperado, dejamos de ser creación y nos convertimos en divinidad.
domingo, 6 de febrero de 2011
Vacío y Plenitud
La hilera de mesas vacías, las servilletas asoman irregulares de sus recipientes, manos ahora invisibles dibujaron la posición que ahora ocupan, y desde allí danzan cansinamente al ritmo del viento del ocaso.
La música suave y dulce suena exclusivamente para mí, y el vaso aguarda calmo mi próximo sorbo.
Familias de nubes, en procesión lenta recorren el firmamento, buscan en su camino al sol, al cual cortinan intermitentemente, cambiando fueguinas luces y sombras por blanca y plana luminosidad en el ilimitado ambiente que me resguarda.
Lejanos compañeros humanos, juegan, corren, pasean, charlan, viven, lejos, ajenos a mí.
Sorbos que se repiten, aves rondando el cielo retornan a descansar en su isla.
Las nubes alcanzaron al sol, este les enseñó a nadar, y ahora retozan entre olas, espuma, y arena, explotando y regalando un color naranja que a todo toca y embellece.
Una sonrisa cercana me devuelve a mi, al sabor de la bebida, a la sensibilidad de mis labios, a la presión cambiante del aire en el rostro, en mis pies, a la caricia del último rayo de sol, y a mi, a todo mi mí, al oído oyendo, al ojo viendo, al paladar sabiendo, a la nariz oliendo, y a mi mano, escribiendo.
Me derrito en el asiento, y soy la silla, soy la silla y la mesa, soy el vaso y el trago, soy ella que corre en la orilla, y la pareja que se ama en el mar, soy el sol oculto y su última luz, soy las nubes, el cielo, y esa primera estrella que imprimió su luz en el paisaje, soy la noche que ha llegado y el día que se ha ido, y también soy el que llegará luego, soy yo, y también, desde este momento, desde este momento soy tú.
domingo, 30 de enero de 2011
Relaciones
Estoy flotando en un universo danzante, luces, sombras, siluetas humanas se dibujan, se acercan, se definen, se colorean, se expresan, expresan el tono de su piel, el movimiento de los músculos bajo de ella, el volar de su cabello, la creatividad de su vestimenta, el ritmo de su andar, la profundidad de su mirada, develan su misterio, y se alejan, a sus mundos, a sus relaciones, a sus vidas.
Miles de vidas, miles de mundos, interrelacionados, seres que eligieron ser esta obra, en la que en este instante, estoy viviendo, seres con sus familias, sus amigos, sus compañeros, sus vecinos, seres con sus miles de relaciones, de las cuales, la más fuerte, en este mínimo instante, es la que tienen conmigo.
jueves, 27 de enero de 2011
El amor
Un intrincado camino de reflexiones derivó inesperadamente en una plácida imagen.
Un lugar cálido, el mar cercano, arena como suelo, llenaron mis sentidos, y frente a mí una rústica construcción de madera y juncos captaba mi atención. Su presencia era minimal, apenas unos troncos espaciados dibujaban su circular presencia, y una estructura simple y sólida sostenía su atractivo techo de junco, sin más que eso, atraía, sin más que eso, comprendí.
El corazón brinda resguardo incondicional al que repose en él, no existen puertas ni ventanas pues no hay muros en él, allí, todos pueden entrar y todos pueden salir, una y otra vez, en el momento que quieran, las veces que quieran. Su amor, indiferenciado e inagotable, sean miles bajo su techo, o sea uno solo, el amor recibido por cada individuo será el mismo, e incluso, ante la ausencia de receptor, el amor fluirá de igual manera.
Quién ama, sin hacer nada, da, quién ama no es, en él todo entra y nada es retenido, quién ama, solo quién ama, vive.
domingo, 23 de enero de 2011
El encuentro
El encuentro dejó de serlo para volverse agenda. Ahora, se requiere de organización, mensajes, respuestas, negociaciones, y por último agenda a futuro.
El disparador, la emoción surgida por él, va perdiendo fuerza en uno, en cada minuto transcurrido, en cada espera, en cada cambio de planes concedido, y se agota al fijar el encuentro para un futuro, con suerte cercano, aunque nunca presente.
El encuentro luego se dará, seguramente sea agradable, aunque será otro encuentro, el primero, el que surgió de la emoción, ese nunca se habrá dado, ese se habrá perdido.
sábado, 22 de enero de 2011
¿A cambio de qué?
Si tus ojos, al recorrer el pasillo y perderte en el fondo, son lo más bello del paisaje, ¿porqué distraerme y no admirarlos?
Si tú, compañera casual en este viaje, cansada, apoyas tu cabeza sobre el duro cristal, ¿porqué evitar ofrecer mi pecho y que duermas en él?
Si tú, otra tú, sentada delante de mí, dejas caer tu hermoso cabello y me regalas esa delicada imagen, ¿porqué reprimir el extender mis brazos y agradecerte con una dulce caricia?
Si tú, …
¿A cambio de qué aceptamos perder estos maravillosos momentos?
¿A cambio de qué sustituimos el amor por la propiedad?
martes, 18 de enero de 2011
La esperanza
La mente no está clara, se mueve, va de una idea a otra, se distrae, se pierde y vuelve, descubre y abandona, se interesa y se aburre.
El tiempo pasó, los caminantes también, juegos se iniciaron y culminaron, el sol se tornó horizontal hasta desaparecer. La obra corrió y yo no me he conmovido, todo estuvo ahí menos yo, fui apenas el espectador de la obra en la cual habito.
Construimos un mundo demasiado complejo, del cual a veces no logramos salir, ser concientes de la maravilla que estamos relegando por pertenecer a él, debe ser el faro que nos guíe a dejar una a una nuestras pesadas estructuras, y ser cada vez más sensuales y menos civilizados.
La luna, hermosa, completa, brillante, se asoma en el opuesto del sol caído, sin dudas, es un buen comienzo.
lunes, 17 de enero de 2011
La paz
Todas pasarán.
Cuando lo culminen, tendremos dos opciones:
Hablar de ellas, repudiar nuestra suerte, quejarnos a la existencia, a la vida, y a quién se nos cruce en nuestro camino,
o podemos,
contemplar la dorada imágen de la recién nacida paz,
y extasiarnos con la belleza de sus nuevos colores.
domingo, 16 de enero de 2011
El afecto
Tengo la percepción que el ser humano actual, el hombre civilizado de nuestra era, en ese proceso de civilización, lamentablemente, perdió el arte de dar afecto, aunque, afortunadamente, aún no perdió la voluntad de darlo, lo que nos lleva a afirmar que nuestro estado, aun siendo grave, es reversible.
Esta percepción surge de contemplar a grupos de personas a las cuales las une algún tipo de vínculo, familias, parejas, amigos, compañeros de trabajo, cualquier grupo, grupos en los cuales sea claro que hay alguna forma de afecto entre sus integrantes, y observarlos en sus momentos de distensión, de juego, de compañerismo. Es realmente sorprendente lo que se encuentra allí.
En esos momentos, rara vez se encuentra un abrazo o un beso, y si aparecen, en su mayoría lo hacen las versiones protocolares de ellos, abrazos o besos fríos, maquinales, carentes de sus ejecutantes, menos aún se encontrará allí la caricia, probablemente la forma mejor lograda de mostrar afecto en la evolución natural, queda vetada por nefastos mandatos culturales, y también, aunque parezca absurdo, la mirada escasea, y el verdadero diálogo también.
Estamos insertos en una sociedad que, una a una, desactivó las formas de dar afecto, algunas directamente las erradicó, otras las limitó a momentos tan precisos, que las redujo a torpes manifestaciones de ellas, debido a una lógica falta de experiencia, y a las restantes las vació de contenido, las dejó existir aunque ya sin residir el afecto en ellas.
La sociedad desactivó las formas, pues en las formas esta su poder, no lo está en la esencia, no lo está en la fuente, lo aún no formado es intocable, imperturbable, y de allí fluye el amor, surge el afecto.
Todo lo que surge de allí, no puede frenarse, surge imparable, aunque si es posible transformarlo, ese afecto que surge fuerte desde la esencia del ser humano, al no encontrar su forma natural de manifestarse, es transformado, es transformado en acciones que seguramente se vean opuestas a él, aunque sigue estando ahí, imperturbable, y la muestra de que sigue estando allí es que gracias a alguna sabiduría desconocida, el otro percibe, quizás hasta sin darse cuenta concientemente, ese afecto tan ridículamente disfrazado.
Dada esa formidable adaptabilidad del afecto, y debido a la nefasta represión de las muestras naturales de afecto, que la sociedad cultivó en nosotros por milenios, actualmente la forma más común de mostrar afecto es a través de molestar al otro. Parece ridículo, en extremo tonto, aunque es fácilmente comprobable tristemente.
Para confirmarlo basta observar como se desarrollan las reuniones de amigos, como se efectúa un cortejo, el constante histeriqueo en los integrantes de una pareja, y hasta en los juegos que se realizan en una vinculación padres-hijos. En todos estos casos se encuentran en su mayoría acciones que implican molestar al otro dentro de ciertos límites. La acción debe perturbarlo de alguna manera de forma que reaccione, aunque sin que la misma rompa el vínculo. De esa forma mantienen entre ambos, la atención, la cual es la más mísera representación del afecto.
El llamado es a usar todo ese potencial dormido por milenios, a volver a cultivar el arte de mostrar afecto, a no contentarnos con que detrás de una conducta hostil se esconde el afecto, a liberarnos de las cadenas desnaturalizadoras de la civilización.
El llamado es a volver a mirar, a volver a dialogar, a volver a abrazar, a besar, a acariciar, y especialmente, a realizar todas estas naturales manifestaciones de afecto, con nuestro ser, plenamente, totalmente, y concientemente, inmerso en ellas.
Donaciones
Luego, no solo imagínalo, sino que también, vive en él. Yo ya estoy allí, acompáñame.
Un abrazo,
Diego
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Un abrazo,
Diego