¿Dónde está tu libertad?
¿Cuándo te guías por tus deseos?
¿Cuántas cosas hiciste hoy,
que no querías hacer?
¿y en cada semana?
¿y durante el año?
¿Por qué lo haces?
¿porque lo tienes que hacer?
¿Qué te obliga a hacerlo?
¿Es tu deber?, ¿tu obligación?
¿Es tu responsabilidad?
¿Por quién lo haces?
¿por tus hijos?
¿por tu pareja?
¿por tu familia?
¿Lo haces por el amor?
Quizás quede el triste consuelo,
que ellos responderán lo mismo.
Y así vivimos, agregando,
con cada deseo frustrado,
un nuevo pesado eslabón,
a la trama de cadenas,
que llamamos sociedad.
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