lunes, 26 de diciembre de 2011

El Deseo


Vamos,
venimos.
Ya al llegar sabemos,
la hora de partir.

Vamos,
y aún a gusto estando,
increíblemente,
somos obligados a volver.

Prisión de horarios,
cadenas de rutina,
cuerdas de responsabilidad,
que el deseo,
siempre sabra romper.

Él no conoce de retornos,
no entiende de límites.
Él quiere y quiere ya,
quiere totalmente,
hasta que deja de desear.

Él empuja a vivir,
a vivir sin reservas,
vivir totalmente,
ir y luego ir,
nunca volver,
solo ir.


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Luego, no solo imagínalo, sino que también, vive en él. Yo ya estoy allí, acompáñame.

Un abrazo,
Diego

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Un abrazo,
Diego